El Reto:

En el mundo obligado a la transformación digital de hoy, las marcas se han visto obligadas a desarrollar activos, presencia de marca y diferentes experiencias apalancadas en herramientas y dinámicas digitales. Sin embargo, en el mercado existe la concepción que acceder a estos activos digitales es para pocos y todavía no existe la consciencia de lo necesarios que son ni el sentido de urgencia por desarrollarlos. Percepciones como que son productos complejos, caros, de lenta construcción y ejecución, entre otros aspectos, son comunes en las empresas y esto hace que los ecosistemas digitales de la marca se piensen y ejecuten a medias o incompletos.

Vittgo es una marca que ofrece servicios de crecimiento y presencia digital y llega a nosotros con el reto de crear un concepto de marca y una identidad que los diferencie de una extensa competencia y muestre un lado confiable y creíble de estos servicios, que haga que los clientes decidan escogerlos como su mejor opción.

La exploración:

Encontrar la forma de diferenciar a una agencia digital de la competencia nos llevó por un extenso camino de investigación donde en nuestro proceso de validación de marca pudimos encontrar que actualmente hay un boom de empresas que dicen ser expertas en los temas digitales y ofrecen servicios muy variados de todo el espectro digital: Desarrollo web, desarrollo de software (plataformas y aplicaciones), creación de contenido, inbound marketing, Manejo de redes sociales, campañas, SEM, SEO, pauta publicitaria, Community Managing, etc. El sector rápidamente se ha visto saturado de ofertas generales y especializadas que buscan capturar de algún modo un poco de este mercado creciente. Esto ha hecho que incluso, sin una metodología aparente, las empresas ofrezcan resultados extraordinarios en poco tiempo, llamando la atención de clientes que necesitan dinamizar rápidamente sus negocios.

Con Vittgo fue clave entender su propuesta de valor y ver cómo ésta se desencaja del común del mercado. Entendimos que la confianza que la marca debe transmitir radicaba en la transparencia de su comunicación, en la no generación de falsas expectativas a los clientes y en un hecho tan básico (pero hasta el momento no evidenciado por ninguna agencia) como el de proveer un servicio que buscara soluciones a las necesidades de los clientes y que no tratara de confundirlos en sus respuestas. Los clientes están cansados de empresas que hablan enredado y no consiguen los resultados que prometen. punto. 

Nuestra visión:

Esta revelación llegó a nosotros como lluvia del cielo ya que comprendimos que el diferencial de Vittgo se da no sobre un producto diferenciado sino en el propósito que hay detrás de ofrecer lo que ofrece. La sutileza de entender el proyecto como una proyección de un negocio (tradicional o no) dentro del reino digital y tratar de configurar y redistribuir piezas para hacer que funcione es algo que los demás jugadores del mercado no contemplan. La esencia de la marca es digitalizar negocios de forma completa, con estructura y a la primera, teniendo en cuenta las cosas justas que se requieren para adquirir correctamente identidad, presencia y método digital. Vittgo es el punto de partida idóneo para ingresar al reino digital de forma segura y rentable.

Por eso el concepto de marca que seguimos fue el de hacer tremendamente fácil de entender lo que la marca hace, con claridad en su lenguaje, sin sofismas y con la certeza de tener un equipo detrás que está a disposición de un cliente para asesorar y guiar, no para cobrar una comisión. Este lenguaje sencillo lo atamos al concepto gráfico de explicar con las manos. Usualmente las manos nos ayudan a reforzar un mensaje y dar claridad a una idea. Son herramientas para dejar claro un punto y enfatizar lo que es importante. 

Este lenguaje de comunicación que creamos para Vittgo, adicional a su percepción fresca y moderna fue el camino que encontramos para decirle a sus clientes que es una marca en la cual se puede confiar, que no esconde nada y que ha comprendido (a diferencia de muchas) que ella gana en la medida en que sus clientes ganen también.